Por Helà Herrera Hernández
plazacaracol@hotmail.com
Twitter: @HELIHERRERA.es
Mientras en México el Gobierno federal sigue aplicando las recetas monetaristas bajo el argumento que éstas son las que van a sacar de la pobreza y miseria a millones de compatriotas, en Europa, los sindicatos, organizaciones civiles, jóvenes, grupos religiosos, empresariales y el pueblo en general están combatiéndolo en la calle por ser, vaya paradoja, el generador del desempleo y hambruna que permea toda la eurozona.
Centenas de miles de personas salieron la mañana de este sábado 1 de junio a las calles de más de 80 ciudades europeas desde muy temprano, para protestar enérgicamente contra los gobiernos neoliberales que forjaron la gran crisis económica que afecta a la economÃa europea desde hace cinco años y avanza, sin pausa, golpeando el bolsillo y el estómago ya no sólo de grupos vulnerables sino de clases medias altas.
En la ciudad alemana de Fráncfort una gigantesca manifestación marchó por varias calles para protestar enérgicamente contra las polÃticas de austeridad aplicadas en el viejo continente, en respuesta a la convocatoria lanzada por decenas de sindicatos y el grupo Blockupy, que lo integran grupos de industriales, y pequeños y medianos empresarios.
Concentrados ya frente a la sede del Banco Central gritaron consignas contra las polÃticas económicas dictadas desde la instauración del monetarismo, profundizadas por el gobierno de la canciller Ãngela Merkel, quien es la principal defensora de este modelo económico que sólo ha multiplicado el desempleo, la pérdida de capacidad de compra del salario y la quiebra de las principales industrias de la construcción de casas, departamentos y oficinas.
No conforme con ese desastre, la polÃtica alemana ha ordenado recortes gubernamentales al gasto social, afectando primordialmente los proyectos en salud, vivienda, educación, entre otros, que han subido el tono de los reclamos a tal grado que hoy esos miles de manifestantes alemanes (considerada la primera economÃa en el mundo), ya exigen el entierro del neoliberalismo y la construcción de un modelo económico más justo y humano, demanda que es compartida también en la capital de Portugal, Lisboa, y 17 ciudades más de aquel paÃs.
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En Bruselas fueron los jóvenes integrantes del movimiento 15M (indignados), los que iniciaron las marchas-protesta para apostarse más tarde con otros miles en una plaza céntrica del barrio europeo, para protestar ante las instituciones comunitarias contra la polÃtica de austeridad impuesta por la TROIKA (Fondo Monetario Internacional), y pedir que se le ponga fin, antes que provoque una revolución social.
Similares manifestaciones ocurrieron en otras 76 ciudades europeas, donde el denominador común fue la caÃda del capitalismo por los efectos desastrosos que ha generado en las masas sociales de empobrecimiento brutal, y aunque dicho de diversas formas y en diferentes idiomas, al final todos son vÃctimas de los mismos efectos de infelicidad individual, familiar y social que ha provocado allá en la eurozona (otrora el ejemplo que ponÃa el consenso de Washington y sus organismos el FMI, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo como modelo económico a seguir),
Y asÃ, mientras allá quieren enterrar al neoliberalismo y sus polÃticas públicas-económicas por liquidar el bienestar social, acá, los gobiernos del Partido de Acción Nacional y del Revolucionario Institucional lo siguen defendiendo y aplicando, sin importar el grado de dolor que le infringen a más de 70 millones de compatriotas que dÃa a dÃa comen menos, que padecen y sufren enfermedades por desnutrición y que en paÃses que critican por tener otro modelo económico ya fueron liquidadas, y que provocan la muerte de más de tres millones y medio de infantes por carecer de alimentos, medicinas y atención médica profesional.
El mismo sábado 1 de junio, cuando salÃan centenas de miles de hombres y mujeres en más de 80 ciudades a protestar por las polÃticas capitalistas, que economistas monetaristas defienden, acá el gobierno de Enrique Peña Nieto autorizaba el aumento mensual a la gasolina, al diésel y al gas, bajo la tesis neoliberal de eliminar los subsidios a los combustibles, valiéndoles comino que esa medida acelera la inflación y por ende, degrada el nivel de vida de los mexicanos. (Aunque del Fobaproa no dicen nada y es, en la práctica, un subsidio que los pobres les pagan a los ricos banqueros).
Se le olvida al ejecutivo federal que como candidato empeño su palabra al pueblo de México no sólo de no subirlos, sino inclusive de revisar la manera de bajarlos para impulsar el mercado interno de esa manera.
Pero bien dice la Vox pópuli que una cosa es el candidato y otra muy distinta el gobernante, por eso hoy que andan de campaña los candidatos a diputados y alcaldes en Veracruz, habrá realmente que analizar, con lupa, las propuestas de los azules y tricolores porque estoy seguro que los que ganen, más pronto que tarde se les olvidará sus promesas de campaña y apuñalarán a sus votantes, con todo y las tiernas imágenes que ponen en sus espectaculares.