Los llamados que constantemente está realizando Andrés Manuel López Obrador para apoyar a la maestra Delfina en el Estado de México para que gane la elección para gobernador el próximo 4 de junio, denotan dos cosas: la primera que es falso que vaya arriba en las encuestas creíbles y la segunda que, con lo que tienen hasta hoy no les alcanzaría para alzarse con el triunfo; de allí el ultimátum a los partidos de izquierda para que declinen a favor de ella, y las alianzas que esta tejiendo con Elba Esther Gordillo y el sector empresarial del Estado de México.

Fuentes serias y confiables me comentaron que en este momento la candidata de Morena, se encuentra a tres puntos del candidato del Partido Revolucionario Institucional Alfredo del Mazo, prácticamente en un empate técnico dado que el factor de equivocación podría colocarle en esa circunstancia, pero también que podría perder por 6 puntos, tomando en consideración el (+) (-) 3.

La maestra fue militante de Convergencia por la Democracia. Bajo las banderas naranjas participó como candidata a la presidencia municipal de Texcoco y ganó la elección. Mas tarde aceptó la invitación de López Obrador para participar como candidata a diputada ya por Morena, y hoy para ser la abanderada de ese instituto político a gobernadora. De allí que pudiera entenderse porque Movimiento Ciudadano no sacó en el Estado de México un candidato a sustituir a Eruviel �vila y, como se comenta allá, esté llamando a su militancia a sufragar por ella. Por eso ni Dante Delgado ni ningún otro dirigente nacional de MC le contestó a AMLO cuando sentenció a los partidos de izquierda a declinar a favor de Delfina, so pena de no ir juntos para la elección presidencial.

Así, a tres semanas de la elección, el aspirante a la presidencia de la república, sabedor de lo que importa ganar ese estado que es la primera reserva electoral del país, está tratando por todos los medios de llegar acuerdos con otras fuerzas políticas, empresariales y sindicales para asegurar el triunfo porque deduce, que de éste depende el suyo para dentro de un año, dado que derrotar al PRI en su feudo y mandar a Acción Nacional al tercer o cuarto lugar, estaría abonando un gran porcentaje a esa victoria. No ganar le afectaría tanto a él como a sus simpatizantes y sociedad civil tanto psicológica como electoralmente, y le daría un respiro al PRI y Peña Nieto haciéndolos, por lo menos soñar, que no todo esta perdido para el 2018.

Y lo que se ve no se juzga. Allí esta el acto que el pasado viernes los dirigentes sindicales del Sindicato Nacional de