Nada Personal

Obras y programas son amor, pero...

J.M. Pasado



Por segunda ocasión se presenta en Veracruz, el presidente Andrés Manuel López Obrador, lo hace porque quiere mucho a la entidad veracruzana, porque tiene raíces profundas en lo familiar, y lo mueve un interés de su gobierno por invertir en programas sociales para fomentar el empleo y la economía, que andan por los suelos.
El baño de sangre sobre el territorio veracruzano no para. No hay día que no haya ejecuciones, secuestros y ahora policías emboscados y muertos, eso nos habla del abominable monstruo que representa el crimen organizado que no tiene para cuando ser exterminado.
Por segunda ocasión se presenta en Veracruz, el presidente Andrés Manuel López Obrador, lo hace porque quiere mucho a la entidad veracruzana, porque tiene raíces profundas en lo familiar, y lo mueve un interés de su gobierno por invertir en programas sociales para fomentar el empleo y la economía, que andan por los suelos.
Sin duda que las buenas noticias del gobierno federal entusiasman al gobernador Cuitláhuac García, también a los veracruzanos, pero hace falta más que un entusiasmo y buenos deseos; hace falta combatir a la delincuencia organizada que como avispas fuera del panal no tienen piedad de sus víctimas.
Nadie está en contra de las cifras alegres que el secretario de Gobierno, Eric Cisneros, va y cuenta a los orizabeños, que no se chupan el dedo con eso de que los delitos vienen a la baja. Por debajo de la mesa, los comentarios van en contra de lo que presume el segundo de abordo del gobierno morenista veracruzano.
Y es que el problema que representa el crimen organizado o delincuencia de alto nivel, hasta el cansancio se ha dicho que no es exclusiva de la entidad Veracruzana, pero cada estado debe contar con un plan emergente para enfrentar a estos criminales que lo mismo secuestran maestras, empleados de Pemex, que matan familias enteras y policías que se atreven a enfrentarlos como ocurrió la tarde de este jueves 31 de enero allá en Tierra Blanca, con saldos de un policía abatido y otros dos heridos.
No es con estadísticas presumiendo cifras alegres como se va a convencer a los veracruzanos de que van a la baja los delitos, cuando la sangre corre a ríos por todo el estado, cuando las familias viven con la sicosis de que en cualquier momento pueden sufrir un atentado.
Tampoco se tiene una varita mágica para exterminar de golpe y porrazo al crimen organizado, pero las autoridades estatales deben de irse con mucha precaución en el tema de la inseguridad, no les vaya a pasar como al choleño azul Miguel Ángel Yunes Linares, quien prometió acabar en seis meses con la inseguridad y le salió el tiro por la culata. Después de mal gobernar por dos años el estado, se fue con la cola entre las patas, y lo que es peor, comprobando que en el juego electoral siempre ha sido un gran perdedor.
Así que la visita de Andrés Manuel a tierras veracruzanas, no nada más debe servir para dar buenas noticias en programas sociales, también esperamos los veracruzanos que anuncie las buenas nuevas
para el combate a la inseguridad, tema que está en boca de los más de 8 millones de veracruzanos que claman por la paz y la tranquilidad.
Urge ponerse las pilas antes de que sin ser construido, descarrile el tren Maya.
NO MARCHEN
¿Ya tendrá conocimiento don Manuel Huerta Ladrón de Guevara, cuántos votos ha perdido MORENA en la capital veracruzana por las pifias del entrón alcalde Hipólito Rodríguez? De plano, enderezan la nave en el municipio o será debut y despedida. Honestidad no es regresar a la Federación, los millones no aplicados en obras y servicios, es una pendejada que ni con las piñatas de cartón que presume el Manzano, se recompone la relación con el pueblo xalapeño. Por cierto, ¿De quién fue la estupidez de colocar un semáforo en el carril de bajada hacia el puerto de Veracruz, en la avenida Lázaro Cárdenas, frente a la plaza Xanat?. Se provocó un tráfico que las filas de automóviles alcanzan a llegar hasta Plaza Américas. Como decía la ranita René: esas son chingaderas...Lo más triste para el pueblo veracruzano es que del enorme saqueo al erario estatal por parte de un grupo de delincuentes de cuello blanco encabezados por Javier Duarte de Ochoa, poco o casi nada ha sido recuperado, estamos hablando de más de 60 mil millones de pesos. Las acciones que emprendió el panista Miguel Ángel Yunes Linares, sirvieron para su beneficio personal, mucho de lo recuperado no se sabe que destino tuvo porque el gobierno de Cuitláhuac, encontró desabasto de medicamentos, cámaras de video-vigilancia inservibles, el cajón vacío y para colmo un fiscal (Winckler) a modo del que se fue, que les ha hecho la vida imposible...Mucho presumió Hilario Barcelata, de modernizar al Instituto de Pensiones del Estado (IPE) pero su actuación fue sin pena ni gloria, lo dejó peor y por si fuera poco la digitalización del archivo nunca la llevó a cabo. Eso sí, el ex titular panista del IPE y sus más cercanos colaboradores, se auto asignaron compensaciones de más de cien mil pesos mensuales. Los angelitos de Yunes, se fueron bien forrados...Aunque el presidente Andrés Manuel López Obrador, rechazo redoblar su seguridad por la narcomanta que apareció a las afueras de la refinería de Salamanca, en Guanajuato, en la que recibió amenazas del crimen organizado, donde también al interior de un vehículo se encontraron explosivos, no se debe de confiar, pues elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional confirmaron y neutralizaron en campo abierto los explosivos industriales que son utilizados en minería o para volar carreteras. Se están tocando intereses del más alto poder de la corrupción que por años actuaron a sus anchas. ¡Aguas!...Nos vemos el lunes.