ANÁLISIS DE LA NOTICIA
Ineficiencia y burocracia, es lo que se vive en el “Luis F. Nachón”
16 de Diciembre de 2016
Osiris Muñoz / Xalapa, Ver.
El periodo vacacional de diciembre se convertido en un viacrucis para las miles de personas que por diversas circunstancias tienen la necesidad de acudir al área de urgencias del Hospital Civil "Luis F. Nachón", ubicado en el centro histórico de la ciudad de Xalapa.

El burocratismo en los hospitales es uno de los factores fundamentales que impide que los pacientes reciban la atención medica inmediata; y aunque el hecho podría afectar las salud de las personas, al parecer ello poco importa, pues la atención continuará siendo la misma, inclusive en la presente administración del "cambio".

La ineficiencia administrativa que ahí se presenta, es bien conocida por los familiares de los pacientes, quienes tienen que soportar malos tratos por parte del personal, sin embargo, muchos de ellos prefieren callar ante esta situación con el afán de no generar alguna medida de represión que pudiera afectar a su familiar.

A decir de una de las inconformes, toda persona que llega al hospital en busca de auxilio se tiene que enfrentar a una realidad dura y cruda, pues el servicio es lento, con trámites en ocasiones complicados, sobre todo para aquellos que provienen de otros municipios o zonas serranas ya que su emergencia les impidió salir de casa con los documentos necesarios.

Agregado al problema, el mes de diciembre se ha convertido en uno de los meses más complicados para los pacientes que requieren de alguna operación en especial, toda vez que el personal opta por dejar abandonado el bisturí o las áreas administrativas y salir a su receso vacacional.

De acuerdo a la señora Ana María, quien desde el pasado fin de semana arribó la hospital en compañía de su madre de 64 años y que por una caída tiene fractura de cadera, explicó que deberá pasar un mes hospitalizada debido a que es un requisito que les exige el Seguro Popular, para poderle entregar la prótesis que requiere.

Sin embargo, este no es el único problema al que se enfrentará la adulta mayor,  pues agregado a ello, el médico que se encargará de ponerle la prótesis ha salido de vacaciones y se incorporará a sus actividades hasta el 26 del presente mes.

"Nosotros la internamos el domingo, pero el doctor que la va atender regresa de vacaciones el 26 de diciembre, sumado a que los trámites del Seguro Popular también son un poco tardados".

A pesar de que este 24 y 31 de diciembre la celebración navideña no será la misma, esto no se convierte en un motivo de tristeza para doña María y sus familiares, quienes harán todo lo que esté en sus manos para que su mamá regrese bien a su casa.

En cuanto a la atención que ha recibido dijo "Es la segunda ocasión que mi mamá es internada y hay una persona en traumatología que es muy especial, déspota y grosera (...) nos debemos quedar callados porque después se desquitan con el paciente".

Subrayó que si bien hay enfermeras que tratan con respeto al paciente, hay otras que deberían modificar su trato ya que son servidores públicos y encargados de cuidar la salud.

Familiares duermen a las afueras de los hospitales

A pesar de las bajas temperaturas, es evidente la cantidad de personas que se ven obligadas a pernoctar a las afueras del nosocomio por días, sin comer, ni poder satisfacer sus necesidades básicas de higiene, ya que no se les permite dormir en la sala de espera.

Inclusive, cada vez que las autoridades del área requieren de la presencia de los familiares del paciente, estos son notificados mediante una bocina que fue instalada a las afueras de la sala de Urgencias.

En algunos casos, si bien es necesario que los familiares se queden al pendiente de su familiar debido a lo grave de su enfermedad, tampoco existe un espacio donde puedan dormir de manera digna.

Las circunstancias en las que se ven envueltos los ha obligado a implementar diversas estrategias para subsistir, entre ellas, la recolección de cartón que utilizan como colchón para protegerse de la humedad del suelo y compartir con otras personas los alimentos en señal de unidad.

Y es que aunque la mayoría de las personas no cuentan con los recursos suficientes para pagar su estancia en algún hotel o comer en un restaurante, prefieren compartir con aquellos que  atraviesan por su misma o peor situación.