Joel tenía un año como ilegal en Estados Unidos
14 de Junio de 2016
Jesús Ruiz / Xalapa, Ver.
Joel fue a Estados Unidos a cumplir sus sueños, que eran tener una casa digna y apoyar a su familia de escasos recursos, pero le fueron arrebatados el pasado domingo por Omar Mateen en la peor matanza a balazos registrada en la historia del país vecino.
Rufina Paniagua, madre de Joel Rayón Paniagua, quien falleció durante el ataque al club Pulse de Orlando, Florida, junto con otras 48 personas, no se puede explicar por qué hay seres dispuestos a asesinar a desconocidos sin ninguna razón aparente.
“Yo no sé por qué están matando gente inocente, por qué les quieren hacer daño; él (Joel) simplemente fue a buscar sus sueños, a apoyarnos porque somos de escasos recursos”, lamentó la madre el borde del llanto.
Y es que en el atentado de Omar Mateen, americano de origen afgano, de 29 años de edad, así como posible simpatizante del Estado Islámico, el veracruzano terminó como una de las víctimas cuando apenas tenía nueve meses de residir en Orlando como ilegal, trabajando como jardinero.
Joel apenas terminó la primaria y estaba en una secundaria abierta, lo que le permitía su oficio como chofer de un taller mecánico, pero ante las escasas oportunidades y dinero para completar su casa fue que decidió probar suerte como indocumentado.
Se trataba del tercero de los seis hijos de Rufina, quien pasó la mañana de este martes en las oficinas de la Secretaría de Relaciones Exteriores de Xalapa para renovar su pasaporte y comenzar con el trámite de la Visa humanitaria que le permitiría ir a Estados Unidos por los restos.
“Lo único que puedo decir es que para mí es una pesadilla, que no es cierto, desgraciadamente ya lo confirmaron que estaba entre los muertos”, señaló Rufina a la espera del apoyo de las autoridades para poder ir por el cuerpo de Joel y después llevarlo a Córdoba.
Apenas el viernes Joel le había llamado por teléfono. Le dijo que no había podido trabajar esa semana debido a las lluvias, pero prometió depositarle dinero el domingo, aunque Rufina ya no recibió su llamada porque durante la madrugada del domingo fue asesinado.
“Mi esperanza es poder ir a verlo, traerlo y enterrarlo en Córdoba; es un dolor muy grande pero desgraciadamente la vida sigue; me quedan más hijos y voy a seguir luchando”, expresó.
Relató que Joel tenía años buscando el sueño americano y primero intentó tramitar una Visa pero no lo consiguió, aunque algunos de sus amigos sí lo hicieron y se fueron a esa ciudad, consiguiendo trabajo rápidamente.
“Tendrá como un año que decidió irse porque le dijeron sus amigos que sí se podía pasar (...), se arriesgó, Dios dejó que pasara porque fue muy difícil porque lo detuvieron dos veces, pero ahora me lo arrancó, sólo le pido a Dios fuerzas”, dijo la madre, quien ya no pudo seguir hablando.
La acompañó su otro hijo, Nicolás Rayón Paniagua, quien contó que su hermano tenía 31años y que con su trabajo como jardinero le estaba yendo bien, ganando lo suficiente para vivir.
“Fue el domingo que conocidos me mandaron mensaje de que algo malo había pasado, pero yo pensé que era falsa alarma”, mencionó, apresurado por seguir con los trámites que les permitirán pedir permiso a la embajada de Estados Unidos.
“Teníamos vencidos los pasaportes, vamos a ver si nos los actualizan para poder viajar. Por ahora queremos saber si es verdad que nos van a apoyar con los gastos, porque uno no tiene los recursos necesarios para salir del país”, refirió Nicolás.
También en estado de shock apuntó que Joel era el sustento de su madre al ser el único hijo soltero, apuntando que tras la tragedia entre los demás hermanos tratarán de darle todo el apoyo a Rufina.
“Se dice que fue terrorismo, algo injusto y ahora lo único que nos queda es que nos den el permiso para poder ir por él y que el FBI nos dé el cuerpo; no tenemos dinero y estamos al día, por eso agradecemos todo el apoyo que nos están ofreciendo”, concluyó.