Plaza Caracol

El derrumbe y la resurrección.

Helí Herrera



Por Helí Herrera Hernández.
plazacaracol@hotmail,com
twitter: HELÍHERRERA.es
Lo anticipé en mi columna del 16 de abril de este año, publicado en este mismo medio: “para las elecciones municipales habrá un reacomodo de las fuerzas políticas en Veracruz, bajando los partidos que hoy claman victoria, y subiendo los que hoy dan por muertos”.

55 días después la objetividad se impuso y podemos afirmar que, en efecto, los partidos políticos que pierden el 4 de junio son el Partido Revolucionario Institucional que de 703 mil340 votos que obtuvo hace un año en la elección a Gobernador solo, sin la alianza con el partido Verde, bajó a 577 mil 727 votos, perdiendo en tan solo 12 meses 125 mil 613 votos, que le alcanzó tan solo para ganar tres ayuntamientos solo, y 39 ya con la alianza del esquirol verde. De todos los institutos políticos el PRI quedó en el último lugar como triunfador de alcaldías, así como lo está leyendo.

El segundo partido en derrumbarse es Morena, que en la elección pasada en el Estado obtuvo 665 mil 240 sufragios y en la de hace 8 días logró 556 mil 875, que se traduce en una reducción de 108 mil 365 votos, resultado que como lo comenté en dos noticiarios radiofónicos es contrario a las expectativas que se esperaban de él, pero que reflejan la trifulca que se traen los cuadros de la dirección estatal, que en lugar de unificar criterios ahondan en una división que de no detenerla repercutirá en la próxima elección federal y local de 2018.

El menos dañado de esos partidos denominados grandes viene siendo el PAN, que con todo y su alianza con el desdibujado ideológico PRD perdió 5 mil 331 votos, resultado del comparativo entre la votación obtenida en 2016 (un millón, 55 mil 544 votos), con la del 4 de junio (un millón 50 mil 213 votos).

Movimiento Ciudadano fue el que creció significativamente, tal y como lo apunté en el artículo de referencia del 16 de abril. De 60 mil 598 votos que obtuvo en la pasada elección de diputados y Gobernador, ahora alcanza 221 mil 583 sufragios, casi 161 mil sufragios más
que arroja un crecimiento cuatro veces superior al de hace un año, siendo el instituto político que más lo hace por encima del Partido del Trabajo, de Encuentro Social y del Panal, mismo que pudo ser mayor (desde mi óptica), si hubiera existido una planeación objetiva y operativa de sus dirigentes estatales.

El derrumbe partidista de los grandes sin duda alguna influirá en el siguiente proceso electoral. Pongo el ejemplo de Morena, cuyo dirigente nacional andaba soberbio, lanzando amenazas a diestra y siniestra a los partidos del Trabajo y Movimiento Ciudadano para que declinaran a favor de ellos, so pena de no ir juntos en la madre de todas las elecciones, por datos que tengo, ya platicó por lo menos con la cúpula de uno de ellos consintiendo en ir aliados para 2018 porque no hacerlo, es despedirse desde hoy de la Presidencia de la República.

De igual forma las sumas de los votos de estos partidos políticos advierte que de no ir juntos en la elección para Gobernador de Veracruz, permitirán que la realeza siente reales en nuestro Estado que se traduciría en la abdicación de los postulados de la izquierda de construir gobiernos nacionalistas, revolucionarios, pero, sobre todo, democráticos. (665,240 votos de Morena, 221,583 de Movimiento Ciudadano más 151,640 del Partido del Trabajo suman Un millón 38 mil 463 votos).

De suceder las cosas así, los veracruzanos tendrían dos opciones ideológicas para el primer domingo de junio de 2018 para construir no solo un gobierno sino un poder legislativo legitimando un programa que impulse bienestar, desarrollo social y seguridad: las que se oponen a hacerlo conformada por la derecha extrema del PAN-PRD y los defensores del neoliberalismo representada por el PRI-Verde-Encuentro social y Panal, y por la otra, la izquierda del PT, Morena Y Movimiento Ciudadano.

Espero que las dirigencias de éstos tres institutos políticos estén a la altura de lo que las circunstancias del Veracruz moderno que soñamos les exige.