Aun y cuando se ha filtrado que la empresa farmacéutica “Abisalud�, que forma parte del emporio de empresas de Carlos Lomelí Bolaños, súper delegado federal en Jalisco, firmó a fines del 2018 un contrato por $36 millones de pesos con el gobierno de Veracruz, encabezado por Cuitláhuac García Jiménez, la mera verdad es que medicinas no hay.

La neta.

El desabasto de medicamentos es una triste realidad en el estado, contexto que es palpable entre las y los veracruzanos que diariamente utilizan los servicios de salud, y ya sufren del presunto desvío que se ejecuta en esta Secretaría en tiempos de la “4T� tal y como pasó en la era del “Duartismo�.

Con lo anterior, las versiones de que la administración de García Jiménez mantiene negocios con empresas señaladas directamente por COFEPRIS por vender medicamentos de mala calidad y con precios alterados, influyen en el mal humor social que ya se siente entre los jarochos ante la ineptitud del actual Secretario de Salud, quién ya tiene el terrible habito de poner múltiples excusas.

Y es que bajo los argumentos del combate a la corrupción, al parecer Roberto Ramos Alor ni siquiera sabe lo que está sucediendo en su dependencia, pues seguramente desconocía de estos contratos millonarios, siendo un pobre títere repitiendo siempre que no hay suficientes recursos para medicinas, cuando ya llevan casi 6 meses ejerciendo un millonario presupuesto dentro de SESVER.

Y a todo esto ¿será directamente el mandatario Cuitláhuac García el que