Sin tacto

El d铆a de la votaci贸n

Sergio



El tema en la mesa de la cocina fue, obvio, la elecci贸n de ese d铆a y cayeron irremediablemente en preguntarse unos a otros por la intenci贸n que le dar铆an a su voto.
El se帽or Jos茅 Hern谩ndez Hern谩ndez se levant贸 temprano como todos los domingos desde que lleg贸 a esa incierta edad en que el sue帽o es un bien elusivo y nos abre los ojos a las 6 o 7 de la ma帽ana, para desesperaci贸n de nuestro aburrimiento y ante la il贸gica de que no tenemos nada que hacer en todo el d铆a.

Don Pepe se desperez贸 en la cama, intent贸 hacerse el dormido un rato m谩s, ote贸 si su mujer daba alguna se帽al de que estaba por despertar para acompa帽arlo en su hast铆o matinal y se dio cuenta de que su impaciencia no le iba a permitir un momento m谩s en la cama.

Se levant贸, baj贸 a la cocina, orden贸 algunos trastes y se prepar贸 un caf茅 para arrancar el d铆a; un d铆a que era m谩s prometedor que otros domingos porque 茅ste ten铆a ante s铆 una ocupaci贸n, la de ir a votar para elegir al pr贸ximo alcalde de su municipio.

Termin贸 de saborear la taza de caf茅, sinti贸 el est铆mulo de la cafe铆na en su sangre y sus nervios, y escuch贸 algunos ruidos en el cuarto de su hija, que indicaban que hab铆a despertado y se dispon铆a a bajar. Su esposa tambi茅n dio se帽ales ac煤sticas de que se estaba levantando, as铆 que en unos momentos las dos estuvieron con 茅l y empezaron el ritual dominical de ayudar a la se帽ora a que preparara, como lo hac铆a a menudo, los hotcakes m谩s deliciosos del mundo, que disfrut贸 como nunca -como siempre-, aderezados con ricas tiras de tocino y miel.

El tema en la mesa de la cocina fue, obvio, la elecci贸n de ese d铆a y cayeron irremediablemente en preguntarse unos a otros por la intenci贸n que le dar铆an a su voto.

Su esposa, pr谩ctica y resuelta como era, dijo que ella hab铆a decidido desde hace varias semanas de qu茅 manera cruzar铆a la boleta electoral, as铆 que no ten铆a ning煤n problema y resolver铆a su responsabilidad ciudadana de manera r谩pida y expedita cuando llegara a la casilla. No consider贸 necesario explicarles a su esposo y a su hija las razones de su decisi贸n, y se dedic贸 a dar cuenta con solvencia de sus panecillos y el huevo frito que se hab铆a preparado como complemento.

La hija coment贸 que ella iba a acudir a las urnas, pero que pensaba anular su voto, porque era lo que le
dictaba su conciencia ciudadana, ante tantos hechos de corrupci贸n que hab铆an terminado por postrar la econom铆a y la vida de los veracruzanos. Como colof贸n mir贸 retadoramente a su padre y le dijo que no iba a cambiar por ning煤n motivo su decisi贸n.

Don Pepe felicit贸 a su esposa por tener tan clara su preferencia, y a su hija le dijo que aunque no estaba de acuerdo con su postura, respetaba su voluntad porque de eso se trata la democracia, hija: de entender que las personas pueden pensar u opinar diferente, y que eso es un derecho de cada persona.

Por su parte, 茅l confes贸 que hab铆a pasado por un largo proceso de reflexi贸n que hab铆a iniciado con las ganas de no participar, de no ejercer el derecho del voto, ante el estado de las cosas p煤blicas y ante la guerra sucia que hab铆a campeado en las campa帽as, de parte de todos los partidos.

Despu茅s de pensarlo mucho, entendi贸 que la participaci贸n responsable de todos los ciudadanos es la clave para ir limpiando el proceso democr谩tico, as铆 que pens贸 hacer lo mismo que su hija, y anular su voto al cruzar la boleta por varios candidatos.

Pero don Pepe era hombre de ideas largas, as铆 que sigui贸 pensando y lleg贸 a dos conclusiones.

La primera era que invalidar el voto era igual a dejar de participar. 脡l siempre hab铆a pensado que una decisi贸n implicaba hacer ciertas cosas, nunca dejar de hacerlas. As铆 que se convenci贸 de que ten铆a que manifestarse por alguno de los abanderados.

La segunda conclusi贸n iba en el sentido de que no deb铆a votar por el candidato que le pudiera convenir a 茅l (uno de ellos era primo muy cercano a su compadre Isa铆as) y que deb铆a elegir al que considerara que pod铆a hacer mejor las cosas en beneficio de la poblaci贸n. Por eso estudi贸 lo que propon铆a cada uno de ellos, revis贸 sus vidas y sus carreras, y opt贸 por quien consider贸 mejor.

A media ma帽ana, la civilizada familia Hern谩ndez se desplaz贸 a la casilla electoral para ejercer su derecho ciudadano y su obligaci贸n ese domingo 4 de junio de 2017.

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