Lamentablemente el color de la piel y la apariencia física es determinante para conseguir empleo, tener un buen salario, realizar un negocio, recibir un buen trato o alcanzar algún puesto político. O al menos, eso es lo que cree la clase panista de Juan Rodríguez Clara. 

Triste pero cierto.

Los integrantes del Acción Nacional en la zona de los Llanos del Sotavento, están saliendo peor que Donald Trump, identificando de manera directa a las personas de piel blanca como más inteligentes, agradables o con clase social más alta, mientras que desdeñan a las personas de piel oscura, considerándolas menos educadas e incómodas.

Clasistas y racistas.

No hay más.

Y es que ha trascendido que el mismo PAN veracruzano, ha emprendido la estrategia de atacar al candidato priista no por su actuar en el servicio público o alguna falta comunitaria, sino que golpetean al contendiente por su color de piel y estatus social.

Sí, leyó usted bien, cuando pensábamos que el segregacionismo era propio de algún sector de la Unión Americana, también en la zona piñera, donde convergen altos índices de pobreza, son los albiazules quienes emprenden una campaña contra Isaías González Villegas por el hecho de ser moreno y de venir de cuna humilde; mientras que el candidato del Acción Nacional, Sergio Manzur, se pretende vender como el gran varón, con clase social, relaciones y mucho dinero, desdeñando así las intenciones de un sencillo aspirante a quién el Revolucionario Institucional, le dio la oportunidad de alcanzar su sueño de ser presidente municipal.

Se tiene que decir, no todos los priistas son paralelos, ni todos son igual de rateros a Javier Duarte. Y en una época donde es, hasta pecado ser del tricolor, Isaías González, un joven egresado del Tecnológico de San Andrés Tuxtla, le ha entrado al “toro por los cuernos� con la difícil