Reflexión
López Obrador o la apoteosis por el cambio
José
Si apenas se está en la etapa, que pudiera decirse, de tocarle el agua a los camotes y se tienen estas concentraciones en donde se idolatra a un luchador incansable que ha sido acusado de todo, y ello, por ser ”Peje”, sigue dando estas batallas, qué veremos cuando se abra la contienda ya en toda su forma
No creo que sea exageración que se califique de una apoteosis el recibimiento de que fue objeto Andrés Manuel López Obrador en su visita a esta ciudad, cuya multitud abarrotó la Plaza Lerdo y sus accesos, y era tan difícil transitar, no digamos por el centro de la avenida Enríquez, sino por el pasillo de Palacio de Gobierno, algo inusitado, pues no existe una concentración similar después de aquella de 1988.
En la visita a esta ciudad capital de Cuauhtémoc Cárdenas en aquel año se formó una valla humana desde la escuela de economía –ubicada en la Avenida Ávila Camacho y 20 de Noviembre– que llegaba a Palacio de Gobierno, sitio donde tuvo lugar el mitin del candidato del Frente Democrático Nacional a la Presidencia de la República, lo que dejó anonadados a todos, porque, salvo las concentraciones priistas, esto resultaba inusual y más cuando quien gobernaba el Estado era don Fernando Gutiérrez Barrios, hombre calificado como un avezado político, lo que despertó, desde ese momento, preocupación seria sobre lo que acontecería en las elecciones.
Las desesperación no se hizo esperar, y en el desarrollo de las elecciones cuando fluían con normalidad la información de los resultados electorales y al observarse que estos no beneficiaban al candidato del PRI, Carlos Salinas de Gortari, se suspenden los resultados preliminares y se anuncia – por la Secretaría de Gobernación – que las computadoras se habían caído y de ahí se configura el fraude electoral “patriótico” y para borrar toda evidencia, en connivencia con el partido Acción Nacional, al través del llamado “Jefe” Diego Fernández, se acuerda destruir las boletas electorales, para confirmar la verdad histórica que ahora tiene a este país sumido en la desunión y la desesperanza y difícil de lograr plena trascendencia para un bienestar sólido.
Si apenas se está en la etapa, que pudiera decirse, de tocarle el agua a los camotes y se tienen estas concentraciones en donde se idolatra a un luchador incansable que ha sido acusado de todo, y ello, por ser ”Peje”, sigue dando estas batallas, qué veremos
cuando se abra la contienda ya en toda su forma, pues los ciudadanos que acudieron a este mitin, se les nota la desesperación por estar a su lado, por tocarlo o abrazarlo, en síntesis, todo un fenómeno político es el presidente del Movimiento de Renovación Nacional, cuya concientización para el objetivo de transformar al país se ve consolidado y firme.
Ahora bien, no hay que olvidar que en este Estado habrá elecciones en este año para presidentes municipales y que el partido de López Obrador no quiere alianza con ningún otro grupo político por aquello que la corrupción y la impunidad –causante directa de la miseria y abandono social– la han enarbolado priistas, panistas y demás franquicias electorales, pues como ya se sabe, el PAN y el PRD; que hoy gobiernan la entidad irán juntos, al igual el PRI con sus eternos aliados, lo que quiere decir que no será una lucha fácil en esas condiciones.
Así las cosas, esta será una prueba fuego del partido Morena, y vendrá a demostrar hasta donde la ciudadanía quiere que se transforme el país y renovar su estrato social, por aquello de que “el que no transa no avanza”, es decir, ni no estableces alianzas con los que están en la corrupción e impunidad, es difícil la misión, aunque no imposible, pues nuestras condiciones son diferentes a nuestro vecino donde, el candidato republicano, hoy presidente, en forma abierta arremetió contra todo lo establecido para defender a sus connacionales y logró un triunfo arrollador, que ahora lo legitima para hacer los cambios a fondo, y en México no es tarea fácil, pues una minoría enriquecida y corrompida ejerce el poder y manipula los medios para narcotizar a la ciudadanía, e invoca un sentimiento nacionalista cuando siente que sus intereses pueden ser afectados. Cuando a Vicente Guerrero, consumador de la independencia, le pidieron que abandonara esa lucha para que la oligarquía criolla siguiera gobernado la Nueva España dijo: “La patria es primero”, en síntesis, contra México nunca se tendrá razón.
*Diplomado en Amparo y Derechos Humanos
limacobos@hotmail.com