Alma Grande

Veracruz, laboratorio electoral

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Cuando era necesario ver hacia adentro, cuando el PRI debi贸 crear una estructura estable para la selecci贸n de candidatos a puestos de elecci贸n popular, se prefiri贸 el nepotismo y se acudi贸 al sistema de dinast铆as para asegurar no s贸lo el poder dentro de una sola familia, que le garantizaba la impunidad, sino la continuidad del apellido en el feudo disfrazado de democracia
El PRI ha demostrado en los 煤ltimos a帽os que lo que menos le interesa es ganar las elecciones. Lo importante es resguardar la libertad de los delincuentes que militan en sus filas, aunque 茅stos contribuyan al descr茅dito social y a la derrota en las urnas.

El PRI ha dejado atr谩s no s贸lo su pasado sino su ideolog铆a.

No respeta la historia que le dio origen ni la idea que le otorg贸 fuerza, donde la justicia social era la plataforma de despegue para muchos pol铆ticos que sirvieron al pa铆s con honestidad y trabajo.

Cuando era necesario ver hacia adentro, cuando debieron crear una estructura estable para la selecci贸n de candidatos a puestos de elecci贸n popular, se prefiri贸 el nepotismo y se acudi贸 al sistema de dinast铆as para asegurar no s贸lo el poder dentro de una sola familia, que le garantizaba la impunidad, sino la continuidad del apellido en el feudo disfrazado de democracia.

El PRI se convirti贸 r谩pidamente de partido pol铆tico en agencia de colocaciones e impulsor de la impunidad. En Veracruz hay pruebas contundentes de este tipo de estrategias que dejan a la justicia maniatada al momento de aplicar la ley contra los funcionarios p煤blicos corruptos.

La administraci贸n de Fidel Herrera dej贸 mucho qu茅 desear en materia de honestidad y transparencia. Para que no tuviera problemas con la ley, design贸 como su sucesor a Javier Duarte en un alarde de prepotencia dentro del tricolor.

Javier, que era el remedio, result贸 peor que la enfermedad, quien desde los primeros meses de gobierno ya hab铆a superado a su gran maestro, en las artes del latrocinio y la creaci贸n de empresas fantasma.

Javier tuvo su propia camarilla, sus c贸mplices e incondicionales, sus prestanombres y sus asesores en materia de embolsarse el dinero de los veracruzanos en las partidas presupuestales estatales y a los mexicanos, en las partidas federales.

Una vez que el sexenio de Duarte agonizaba, fue el partido, desde Insurgentes Norte en la Ciudad de M茅xico, el que inici贸 el proceso de desconocimiento a Duarte quien hab铆a solicitado licencia para retirarse de su cargo. Quitarle los derechos partidistas no les quita ni un peso, se trata de un distractor que a nadie le importa ni afecta.

Tambi茅n fueron los priistas quienes permitieron que se desapareciera el gobernador como por arte de magia, y los dirigentes de ese partido otorgaron candidaturas a puestos de elecci贸n popular a los funcionarios p煤blicos cercanos a Duarte, se帽alados como responsables del quebranto a Veracruz, junto con su exjefe.

Fue en este escenario donde el PRI perdi贸 uno de sus bastiones electorales m谩s s贸lidos y donde el voto mayoritario a su favor era una tradici贸n nacional. Pero la impunidad galopante se mostraba ante el asombro de propios y extra帽os. Nada importaba la derrota electoral, lo que era fundamental para los pri铆stas era salvar de la c谩rcel a los corruptos, premi谩ndolos con candidaturas a diputaciones locales y federales.

Este escenario fue uno de los factores determinantes para que el l铆der del tricolor en la entidad, Amadeo Flores Espinosa, presentara su renuncia en varias ocasiones ante la impotencia de enderezar el partido y volverlo a sus or铆genes como un instituto pol铆tico de presencia estatal, pero sobre todo competitivo a nivel electoral. El desgaste de Amadeo Flores fue tal, que buscaba desesperadamente una salida digna a su ejercicio frustrado como l铆der acotado del partido en el poder, que dej贸 de estarlo a causa de los excesos de los doce 煤ltimos a帽os de gobierno priista en la entidad.

El partido
se ha convertido en bot铆n de unos cuantos, as铆 el secretario general de la CROC al servicio de los trabajadores del ayuntamiento de Xalapa, Rolando Ortega Salazar, asegur贸 que se debe entender que el PRI est谩 en decadencia. Lament贸 que el PRI sigue con los mismos, que cada que se va alguien solamente lo sustituyen con mismas personas que solo se rotan en los puestos del partido.

Por lo que dijo que 鈥渓os militantes ya se cansaron, es por ello que se le dio voto de castigo a nuestro partido, al PRI porque ya est谩n cansados de los mismos, y finalmente por estas pr谩cticas perdimos las elecciones pasadas a gobernador鈥.

Agreg贸 que los propios militantes van a seguir cobrando la factura de las acciones de los dirigentes, ya que record贸 que hace unos d铆as se dio a conocer a los integrantes de los procesos internos del PRI y son los mismos de siempre.

Cada minuto que pasa est谩 m谩s lejana la posibilidad de que haya una verdadera renovaci贸n en el PRI de Veracruz, que exige, m谩s que en cualquier otro estado de la Rep煤blica, de sangre joven y de probada honestidad.

Desde las primeras horas del jueves 12 de enero se ventilaron los nombres de Silvio Lagos Galindo, como presidente del Comit茅 Directivo, y de Lorena Pi帽贸n, como secretaria general.

Para los veracruzanos es crucial el nombramiento del o la nueva dirigente del PRI estatal, porque ser谩 el anuncio de una posible victoria electoral del 4 de junio o de la derrota definitiva del partido que hasta hace seis a帽os, nadie dudaba que contara con las simpat铆as de la gran mayor铆a de los habitantes de ese estado.

Si se escoge para el liderazgo estatal pri铆sta a gente relacionada con Duarte o con Fidel Herrera, no habr谩 duda de la derrota tricolor en la gran mayor铆a de los 212 municipios que integran el territorio veracruzano. Si, en cambio se opta por gente nueva, de probada integridad, con consignas propias de un partido pol铆tico puede existir la esperanza de ganar en los 212 municipios.

Pero la tendencia del PRI es seguir otorgando impunidad aunque con esto las derrotas electorales terminen por quitarle el registro como partido pol铆tico al PRI, y Veracruz, otrora su basti贸n incondicional, podr铆a ser la primera entidad donde la mayor铆a de la gente le d茅 la espalda.

Porque todas las decisiones del poder dentro y fuera de Veracruz est谩n encaminadas a seguir burl谩ndose de los mexicanos, por ejemplo el Congreso local aprob贸 la creaci贸n de la Comisi贸n Especial para la Verdad sobre la Deuda P煤blica del Estado de Veracruz 1998-2016, donde Sergio Rodr铆guez Cort茅s, ex director del Servicio Nacional del Empleo en la primera mitad del sexenio de Javier Duarte y promotor del voto en su campa帽a a gobernador en 2010, fue nombrado presidente.

El diputado Rodrigo Garc铆a Escalante intentaba incorporarse a dicha comisi贸n, pero el resto de los legisladores se opuso y se lo impidi贸 por el claro conflicto de intereses que se generaba.

As铆, el PRI se convierte en el centro de atenci贸n de los pri铆stas de todo el pa铆s, porque los tiempos de definici贸n llegaron y van a marcar no s贸lo la tendencia ideol贸gica de Veracruz en la competencia electoral de las 212 alcald铆as y la renovaci贸n de gobernadores en tres estados, sino que podr铆a definir la derrota o la victoria de un partido que parece ha dejado de serlo, para convertirse en una agencia de coartadas e impunidades subastadas al mejor postor鈥 Esta columna se publica lunes, mi茅rcoles y viernes.

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