La espada de Damocles está desvainada, como se afirma “lanza en ristre�, lista para ensartarse sin importar si es inocente o culpable, lo cuenta y cuenta mucho, es lo mediático que desde el poder, muchas veces reditúa, aunque en la mayoría de los casos se revierte.

Veracruz, hoy más que nunca, clama justicia. La Entidad vive un estado de sitio pues la inseguridad alentada y estimada por las propias autoridades, -ante el desprecio y la inobservancia de la ley- es elocuente e incuestionable, ya que las víctimas de la delincuencia, bien organizada, funciona bien, porque aparecen por todas parte pues tal parece que no existe solución posible, salvo, la resignación perenne a sufrir las consecuencias del desorden, que a río revuelto, ganancia de vividores y mercaderes de la política.

Los acontecimientos que está viviendo esta entidad federativa es inaudita y al destaparse la cloaca se espera se imparta estrictamente justicia y que no sirva para cobrar cuentas pendientes, -jamás la venganza u odio exacerbado – pues existen autores materiales, intelectuales -por acción u omisión- que involucran a quienes coadyuvaron, de una u otra forma, para llevar al despeñadero en que estamos inmersos, pues si para poner en orden en los juicios de criminalidad lleva tiempo, de la misma forma creemos imposible que en solo dos años, que alumbra a partir del 1 de diciembre, pero se adelantó desde noviembre con la destitución del secretario de finanzas y el fiscal electo por nueve años, sea suficiente para castigar a los causantes de la debacle veracruzana.

Como bien lo apunta su editorial -jornada Veracruz, domingo 27 de noviembre- “las últimas cuatro últimas legislaturas veracruzanas también han sido representación decadente del sistema político corrompido… la gran prueba será como persigue o encubre los delitos cometidos hasta ahora desde el gobierno�, pero no solo ellos también los diputados federales y senadores que han sido omisos y que han sido “maiciados� desde el gobierno del Estado para permanecer en silencio y sumisión, en clara actitud de delincuencia organizada y complicidad ominosa en donde, las contralorías internas, han sido tapaderas indiscutibles, en síntesis, los controles ha sido una burocracia reumática, cómplices, de mayor envergadura que los criminales existentes.

Si bien donde se toque brota pus de muchos años, lo más grave está en la educación de la niñez y juventud veracruzana, derecho humano de la mayor trascendencia por tratarse de niños -se dice siempre hay que ver el interés superior del menor- en nuestra entidad no tan solo es letra muerta sino que ha sido área de saqueo criminal donde, con independencia de la pena que se aplique a los responsables, es un daño irreversible que con nada