El presidente del Partido Revolucionario Institucional César Camacho Quiroz ha sido el primero en pedirle a su “rebaño�, los militantes de este partido, que aspiren a ocupar una curul federal durante los próximos tres años que alisten su declaración patrimonial y la realización de una carta con datos que contengan posibles conflictos de intereses.
Esto para que sus candidatos no salgan con sorpresas en pleno proceso electoral que manchen la pulcritud con la que el exgobernador del Estado de México quiere presentar a sus abanderados ante la opinión pública y la ciudadanía. Aunque el presidente del Comité Ejecutivo Nacional del partido en mención no ha dicho con claridad qué tan público será el compilado de declaraciones patrimoniales y cartas de posibles conflictos de interés, sí es un hecho que en su momento se hará entrega de esta documentación al Instituto Nacional Electoral INE.
Con lo anterior, el también candidato a diputado federal por la vía plurinominal y posible líder de la bancada priista en el Congreso, después de que este proceso termine, ha puesto a remojar la barba a más de uno al interior de los diferentes partidos políticos en nuestro país, en sus dirigencias y en sus candidatos y candidatas, aunque lo pregonado por el priismo nacional es posible que también ponga incómodo a más de uno de los correligionarios del actual dirigente nacional del partido en el poder.
Las declaraciones patrimoniales de los abanderados del PRI y de los que resulten candidatos de las diferentes fuerzas políticas en los 300 distritos electorales y los 200 espacios de representación popular sin lugar a dudas deben manejarse con cautela ya que la protección de datos personales debe ser garante de la seguridad de quienes aspiran a ser parte de la Cámara baja. Sin embargo resultaría muy interesante